La patria no aguanta más
Claro está que el poder público no es el problema: lo son sus actuales administradores. El poder público constituye la columna vertebral de la nación, cuando se lleva a la práctica por medio de gobiernos que gestionan bienes y servicios inspirados en la búsqueda de la libertad, la igualdad y la justicia, del bienestar social, de la gobernabilidad democrática y del desarrollo económico. Un poder público ejercido así, fomenta la cohesión social, el sentido de pertenencia y la idea colectiva de que el mañana será mejor que el hoy y que por ello hay que exigir derechos y asumir responsabilidades. Porque cuando el poder público se administra para el bien de todos, las acciones que emprende hacen posible que todas las personas disfruten de la vida.