Hiroshima y Guatemala, dos bombas atómicas
En Guatemala, la desigualdad es una bomba atómica, que no se anuncia con relámpagos, ni se acaba en un instante. Al contrario se expande y así, silenciosa como es, va dejando a su paso rastros imborrables de miseria, ignorancia y hambre. Sus víctimas mueren lentamente, mientras deambulan por las calles.
6 agosto, 2015 · Deja un comentario