«[…] Sobre el «crowding in» (incentivar) al dinamizar
Esta es la culminación. Cuando se organiza de forma efectiva, la mano del Estado es firme pero no dura; proporciona visión y el impulso dinámico (así como algunos “empujones”, a pesar de que estos no llevaron a la revolución de la tecnología de la información en el pasado ni a la revolución verde de hoy en día) para conseguir que ocurran cosas que no habrían ocurrido de otro modo. Tales acciones están concebidas para aumentar el valor de las empresas privadas. Esto exige no considerar al Estado ni un “entrometido” ni un mero “facilitador” del crecimiento económico. Es un socio clave del sector privado, y a menudo un socio más osado, que está dispuesto a asumir riesgos que las empresas no quieren asumir. El Estado no puede ni debe doblegarse fácilmente ante grupos de interés que buscan subvenciones, rentas y privilegios innecesarios, como por ejemplo reducciones de impuestos. En lugar de esto, el Estado debería buscar aquellos grupos de interés que trabajan con él de forma dinámica para conseguir el crecimiento y el cambio tecnológico.
Entender la naturaleza única del sector público —como algo más que una versión “social” ineficiente del sector privado— tiene un impacto en la naturaleza de las colaboraciones público-privadas que surgen, así como en los “beneficios” que está justificado que el Estado obtenga (…). Un Estado emprendedor no solo “elimina el riesgo” del sector privado, sino que también visualiza el espacio de riesgo y opera de forma atrevida y efectiva dentro de este para conseguir que las cosas ocurran. De hecho, cuando el Estado no está convencido de su función, es más probable que sea “capturado” y sometido a los intereses privados. Cuando no asume un papel de liderazgo, se convierte en un pobre imitador de los comportamientos del sector privado, en lugar de una alternativa real. Y es más probable que las críticas habituales sobre su carácter lento y burocrático sean ciertas en países donde se le deja de lado y se le asigna un papel puramente “administrativo”.»
Mariana Mazzucato (1968 – ). Fragmento de El Estado emprendedor. Mitos del sector público frente al privado. Traducción Javier Sanjulián y Anna Solé. Editorial RBA Economía. Tercera edición. Junio 2017.